martes, 11 de diciembre de 2007

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Existe una necesidad urgente de caminar hacia estilos de vida más coherente. La amenaza inminente del cambio climático está provocando que los países desarrollados se planteen límites a sus actuales niveles de consumo de energía y recursos naturales. Por consiguiente, debemos recapacitar acerca de nuestras políticas y costumbre para promover el ahorro de energía. Y una parte esencial de esa estrategia es reducir el uso de materiales, incluyendo la cantidad de objetos que acaban en la basura, y reciclar y reutilizar, todo cuanto nos sea posible.
Debemos introducir cambios en nuestras acciones y hábitos para asegurar el futuro de las próximas generaciones, transformando el modo de vida actual en una forma de vida más sostenible. Todo ello debe comenzar en la base de la sociedad, es decir partiendo desde la divulgación, concienciación y educación de la población a favor de unos hábitos que logren (sin perder una calidad de vida adecuada) perjudicar menos el planeta en el que vivimos.



1. Introducción

Actualmente vivimos en sociedades basadas en el capitalismo y en el consumo masivo donde predomina la cultura del despilfarro, esto conlleva a grandes problemas de contaminación.
La contaminación global causada en primer término por nuestros hábitos o forma de vida actual crece a tal velocidad que las fuerzas naturales que harían falta para recuperar el equilibrio están siendo superadas con creces. Cada vez se emiten más contaminantes a la atmósfera, se vierten mayores cantidades de peligrosas sustancias tóxicas al océano y cada vez queda menos sitio para dejar nuestros residuos. La lluvia ácida va en aumento, la capa de ozono tiene fluctuaciones cada vez más notables en su grosor, y un largo etcétera de desequilibrios que estamos generando en nuestro planeta Tierra.
Se están dando cambios dramáticos como consecuencia de un uso inadecuado de los recursos del suelo y del agua, de la extracción y consumo a gran escala de combustibles fósiles, de la expansión del uso de productos químicos en la industria y la agricultura. Todas estas actividades podrían alterar el equilibrio de la naturaleza para siempre, aunque aún no se conoce completamente la delicada y compleja interdependencia que existe entre los organismos vivos y entre éstos y su entorno, ya se está viendo que si seguimos alterando dicho equilibrio con nuestra indiferencia y residuos, nos quedaremos con un mundo muy distinto del que habitábamos originariamente.



2. Tarea

Debéis realizar un trabajo por escrito sobre el tema que os haya tocado y realizar una presentación en Power Point, la cual no superará los 10 minutos, que refleje los puntos más importantes de vuestro trabajo.

Temas:

Tipos de contaminantes en el aire
Tipos de contaminantes en el agua
Tipos de contaminantes en el suelo
Agotamiento de los recursos naturales
Generación de residuos y su gestión
Educación ambiental
Reducir, reutilizar, reciclar



3. Proceso

Se divide la clase en siete unidades de trabajo, a cada una de ellas se le asignará un tema de los que a continuación presento:

Después de obtener la máxima información del tema debéis entregar un esquema de los puntos que van a componer vuestro trabajo (pudiendo ser este modificable pero razonadamente). Siguiendo este esquema, desarrollar el trabajo escrito en Word y entregarlo.
La presentación Power Point se expondrá a los compañeros, deberán participar en ella todos los miembros del grupo y no deberá exceder de 10 minutos de duración.
Los compañeros de los demás grupos deberán tomar notas, ya que la última sesión se dedicará a preguntas al azar de los diferentes trabajos.





4. Recursos

HARE, TONY. “Los residuos domésticos”.
Ed. SM 2ª Edición Ecolección Tierraviva. 1994.

ERICKSON, JON. “Un mundo en desequilibrio”.La contaminación de nuestro planeta. Edición Mc Graw Hill. 1993.

MCHARRY, JAN. “Reducir, Reutilizar, Reciclar”
Ed. (Madrid); Ángel Muñoz. 1995.

DELIBES, MIGUEL / DELIBES DE CASTRO, MIGUEL . “La tierra herida” Ediciones Destino, S.A. 2005.

BECKLAKE, SUE. “Desechos y reciclado”
Ed Zaragoza; Luis Vives. 1992.

SHWARTZ, FERNANDO (ET AL.). “Juntos para reciclar”.
Madrid Ecoembes. 2003.

CAREAGA J. A. “Manejo y Reciclaje de los Residuos de Envases y Embalajes”. Sedesol. Instituto Nacional de Ecología. Serie Monografías No.4. 1993.







http://residuos.ecoportal.net/




6. Evaluación


La evaluación del trabajo tendrá en cuenta el esquema inicial, el trabajo entregado por escrito y la exposición oral. En cada una de las partes se podrá obtener un valor máximo de un punto.
Esquema inicialà representa el 10% de la nota final, se evaluará positivamente cuando se vea que los grupos tienen los conceptos de sus temas claros y organizados.
Trabajo escritoà 50% nota final, se valorará la organización de la información, contenidos, forma de redactar, comentarios de gráficos y/o imágenes y la presentación.
Presentación en Power Pointàcon un 10% dado a la presentación oral y un 30% de la nota para la organización de los conceptos expuestos.



7. Conclusiones

Una vez finalizado el estudio, hemos llegado a una serie de conclusiones, que pueden proporcionarnos una buena herramienta para mejorar sobre todo la gestión de los residuos domésticos; principalmente a nivel del ciudadano de a pie. Se describen prácticas adecuadas que reducirían el impacto y las terribles consecuencias que estos residuos, conllevan. Desde la gran cantidad de materias primas que se utilizan para la fabricación de los productos, pasando por el despilfarro de energía que generalmente lleva su producción, y sobre todo por la gran contaminación que generan una vez que se convierten en residuos si no son debidamente tratados.
Observamos como el estilo de vida actual, hace que los elementos de un solo uso sean los que predominen con diferencia en nuestros hogares y resulta además bastante llamativo lo poco que reciclamos en relación al gran potencial existente para ello en todos los productos cotidianos que utilizamos.
Así mismo, aunque parezca algo irrelevante, pequeños cambios en las actividades del día a día que ocurren en cualquier hogar, pueden conseguir importantes y positivos cambios en el mundo que actualmente rodea a los residuos, mejorando como última consecuencia el entorno en el que vivimos.

Por último comentar, que es imprescindible educar y concienciar a la sociedad para entender y aceptar los impactos que se generan por la acumulación de residuos (debido al incremento de productos de un solo uso, de envoltorios y embalajes, de plásticos no biodegradables, etc., que demanda la población u ofrecen las empresas), ser conscientes así de los beneficios que conlleva una modificación en el estilo de vida actual y dirigirla hacia un futuro más sostenible en nuestro planeta.